lunes, 12 de marzo de 2012

Para cuidarnos de la muerte.


Camina ese hombre por el campo con su hijo, cinco años tiene el niño, por lo tanto, sabe muchas cosas.
En el sendero el hombre he encontrado un caracol.
Alguien le dijo que los caracoles son enemigos de las plantas.
Va pues hacia la lenta babosa y con un rudo pisotón la aplasta.
Hazlo otra vez, le pide su hijo.
Pregunta con extrañeza el padre: ¿Quieres que le aplaste otra vez?
¡No!, Quiero que hagas otra vez el caracol que acabas de destruir.
Todos los seres son sagrados.
Debemos contemplar con educación aún a la más humilde forma de vida, porque todas las criaturas tienen la grandeza y el enigma de la vida.
Cualquiera puede arruinar a un caracol, sólo que nadie, aún el hombre más educado de la tierra, puede reconstruir sus sabios espirales.
Cuidemos la vida, para cuidarnos de la muerte. 

Andrea Guadalupe. 

viernes, 9 de marzo de 2012

La Cigüeña


En el campanario
vive la cigüeña,
¡Febrero la trae
y agosto la lleva!
Pluma blanquecina,
pata larga y tiesa.
Las cigüeñas hacen
ronda por la iglesia

Pura Vázquez